Encontrado en la Facultad de Filología hace algún tiempo: "De refranes y adajios comunes y vulgares de España, la maior y más copiosa que hasta aora se a hecho" Licenciado Orozco. La vida pupilar de Salamanca qu´escribió el autor a un amigo suyo:
Yo os quiero, señor dezir/ qu´es vida pupilar/ y espantaros eis de oir/ de como puede vivir/ el triste del escolar./ Vereis venir a comer/ al cuitado del pupilo/ aguijando a más correr/ que de hambre al parecer/ se alguna cuelga de un hilo./ Pues a la mesa sentados/ las tripas cantan de hambre/ póneles a los cuitados/ los manteles tan cagados/ que hieden bien a cochambre./ Como piedras de cimientos/ son los panes que les dan/ más los pupilos habrientos/ gargantas de pica-vientos/ de las piedras hazen pan./ Y a un se las hazen bodigos/ masados con mantequillas/ y luego entre dos amigos/ un plato de sendos higos/o en invierno seis pasillas./ De carne pocas tajadas/ que no puedan mal hazer/ tan sotilmente cortadas/ qu´en el plato a dos entradas/ no ay mas para que volver./ No hayais miedo qu´el tocico/ de la olla haga mal; / despues de tres veces de vino/ muy azedo y muy malino/ medidas con un dedal/ viene dos vezes aguado/ del dueño y del tabernero/y despues mal de su agrado/otra vez rebaptizado/del ladrón del despensero./ Pues no hagais por echar mano/ a la sal para salar/hago voto al soberano/ con el mas pequeño grano/ os pueda descalabrar./ Y despues por despedida/ con qu´el triste se derrostre/ le dan por sobre-comida/ una mazana podrida/ qu´entre ellos se llama postre./ Y si no algún ravanillo/ de anteanoche si hay sobrados/ o tajada de quesillo/ que con el más ruin soplillo/ volará por los tejados./ La cocina es singular,/ una agua con yerbezillas/ qu´esta puesta a escallentar/ en la olla sin fregar/ para lavar escudillas./ Pues que lo habeis preguntado/ entended que vida esta/ pero viven sin cuidado/ porque siendo el relox dado/ se vienen a mesa puesta."
El texto aparece en un libro impreso en 1874.
Hice la siguiente anotación cuando lo descubrí: el 3 de septiembre de 1512 hubo una declaración de maestros sobre las obras de la Catedral Nueva. Y aparecen citados Alonso de Covarrubias, tío de la mujer de S de Horozco, Antón Egas y Juan de Horozco, que es el posible hijo de Sebastián y María, sobrinos de Covarrubias.
De cualquier manera, lo importante es el contenido del texto, el relato de la triste comida del estudiante, contada con una ortografía que hoy rechina y en versos pobres. Si tenéis a mano "El Buscón", de Quevedo, no dejéis de leer la escena de la comida con Cabra. Obra maestra. Que aproveche.
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