viernes, 15 de julio de 2011
Más apuntes del verano
No he encontrado muchas citas gastronómicas en los textos de Antonio Colinas frente a las relacionadas con los paisaje, pero alguna tiene, por ejemplo, esta que aparece en un texto titulado "Aquel fulgor del vino" en la que paisaje y vino se funden en una prosa que sabe a poesía: "Mediodía en un mesón de pueblo perdido en el valle. Alguien llena delante de mí un vaso de vino y --al trasluz de las llamas del fuego de una chimenea--veo fulgir su color rosado, diamantino. Inesperadamente ante ese fulgor, mi mente se vacía otra vez de años y de tiempos, va repentinamente hacia atrás, se abisma. Y de ese abismo surge otro tiempo: penumbra de una bodega en el frescor del verano, en este mismo valle de colmenas y encinas. A la luz tibia de un candil un niño ve otro vaso de vino y en él constrastando con la llama, contempla su color translúcido, rosado. Luego, el niño, oye la voz de un mayor --¿su abuelo? ¿su tío?--que le dice en el silencio solo turbado por el chorro fresquísimo que sale de la espita, en la oscuridad húmeda de la bodega, solo turbada por aquel resplandor rosado del vino en el vaso: toma, prueba un poco. Verás qué fresco está.
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