domingo, 23 de septiembre de 2012

Buenos tiempos para la lírica

Es una rareza, pero una rareza maravillosa. Mantener la cadena de frío, de los poetas afincados en Salamanca Andrés Catalán y Ben Clark, ganadores con la obra del Premio de Poesía Joven de RNE-2011, gira alrededor de la comida  Repartido en cuatro "servicios", igual que una comida como Dios Manda, el poemario surgió de una cena como reto, a la que siguió el reparto de temas y diversas correcciones. "La grande bouffé" abre la comida, a modo de entrantes, en los que encuentro referencias en Piso de Estudiantes   que traen muy buenos recuerdos ( o no) --hay un olor distante sin nostalgia:/ Orégano y salsa de tomate. Ajo--a otras que encogen es estómago --Si el pan nuestro de cada día fuera noticia,/ si nuestra forma de devorar un yogur/ de pie en la cocina/ a las tres de la madrugada fuera noticia/ podríamos contemplarnos/ sin prejuicios--. El segundo servicio, "El arte de no comer solo", se asoma a la sopa, la fast food, la merienda o la cena, pero también a algo periférico a la crisis en Nevera Vacía: con todo éramos pobres para poder tener la nevera vacía,/ debíamos llenarla de algún modo./ Fue mi mujer quien dio la idea de los libros. La cultura, la literatura como alimento, como relleno de vacíos, aún en estos tiempos, lleva al tercer servicio, "Restauración", donde Leer comida hace un homenaje a la presencia de la comida o su ausencia en la literatura: La magdalena de Marcel Proust, las uvas/ del pícaro de Tormes,/ los banquetes de Gargantúa, las lentejas del viernes/ de Quijote....El postre, "Ambigú", evoca, entre otros asuntos, el clásico somos lo que comemos, pero en futurible y proclamando Nada como creer en algo masticable. A modo de coda, o digestivo, el poema que da título al poemario: Y con todo, intentamos mantener/ la cadena de frío, día a día,/ como si todo fuera este regreso/ sencillo y cotidiano,/ como si hubiera gloria en la derrota,/ en el final del viaje...Este no es sino el regreso de la compra, desde el supermercado.
Los más de cuarenta poemas que dan forma a Mantener la cadena de frío dan que pensar. Hay en ellos gusto musical y reflexión, o intención de que profundizar en las ideas que exponen, en las imágenes que dibujan los petas. Todo girando alrededor de la comida, que es mucho más que alimento siguiendo el clásico somos lo que comemos, comida que nos deja recuerdos, momentos felices, metáforas de la realidad o sinsabores. Un espectro amplio que la obra al alimón de Clark y Catalán registra en este obra sencilla y a la vez compleja, de rápida lectura en el primer encuentro, pero digestión larga si uno se la toma con calma, que es como debemos comer, masticando bien, registrando todos los sabores, disfrutando del placer de comer...poesía. El libro está publicado por Pre-textos, poesía. Que aproveche.